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El centro neurálgico del pueblo es su plaza, rectangular, amplia y rodeada de magníficos arboles plátanos que guardan una espectacular sombra en verano y dejar filtrar los rayos de sol en invierno. Centro de encuentro y lugar de escanso para ancianos, donde juegan los niños y pasean las mamás con sus bebés. 

 

Los alrededores del pueblo ofrecen un amplio abanico de opciones para gozar de la cromática de colores y accidentes geográficos dignos de ver y que nos dicen la antigüedad de sus piedras. Para esto debemos ver la ruta megalítica de Sant Climent Sescebes  , en esta web encontrareis todos los dolmers y menihs  dedicados a este género.

 

Todo ello dentro de la Serra de l'Albera, y en "plana", el llano, viñas y olivares así como campos de cereales que dan la paleta de color al mas estilo impresionista.

A escasos metros del pueblo, partiendo del Restaurante La Parra, un camino asfaltado nos lleva hasta La Font Pudosa, una fuente de agua termal y sulfurosa que nuestra piel agradece y también nuestro cuerpo.

Limitando a la misma se encuentra un lugar de recreo con barbacoa, árboles y mucha yerba que invita a pasar un buen rato.

En el pueblo también hay bodega, regentada por una antigua familia local, de la que salen buenos caldos reconocidos por los más prestigiosos xxxxx, denominado Celler Martí Fabra.

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